sábado, 18 de mayo de 2013

EL AUTOMASAJE



NOTAS DE AUTO-MASAJE

Podemos adaptar el automasaje a actividades cotidianas. 

         Una ducha después de un cansado día de trabajo en casa o fuera de ella, puede ser el inicio de nuestro automasaje (con mucho cuidado para evitar accidentes, dentro de ella). Podemos aprovechar el jabón como lubricante de nuestra piel antes de aclararnos, y un aceite hidratante de los que se aplican siempre con la piel húmeda, después. Parte de las técnicas y movimientos, los haremos dentro de la bañera y otros fuera, sobre una toalla. El borde de la bañera, puede ser la silla necesaria, para masajear los pies. 

           No debemos olvidar la importancia del agua en cualquier forma de vida (incluida la nuestra), somos agua, un baño o una ducha, nos vuelve a poner en contacto con un entorno natural que calma, relaja, cura y da vida. Hoy en día, por un pequeño gasto, podemos adquirir alcachofas para las duchas, con distintas posiciones útiles para masajear el cuerpo con agua. El ambiente dentro del baño, después de una ducha, además favorece el automasaje; es cálido, agradable, cargado de humedad.

AUTO-MASAJE EN LAS MANOS

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