domingo, 19 de mayo de 2013

LLAMEMOS A LAS COSAS POR SU NOMBRE: EL ESTRÉS.

EL ESTRÉS. DEFINIR UN CONCEPTO

Publicado en Facebook, en grupo de filosofía "héroes del pensamiento"

Estrés:“Tensión provocada por situaciones agobiantes que originan reacciones psicosomáticas o trastornos psicológicos a veces graves.”
                                                                                                 
            Angustia, estrés, agobio, ansiedad, agitación; términos que utilizamos como sinónimos. Pero una persona puede considerar agobiante algo; que, para otra, sería estresante. Incluso para otra, ni siquiera alcanzaría la definición de agobio. Cada ser humano es especial, único e irrepetible (gracias a las maravillas genéticas). Las circunstancias podrán ser similares; pero las vivencias serán distintas.
            El primer paso para eliminar o conseguir soportar el estrés, es ser conscientes de que tenemos ese problema. El individuo que lo vive suele ser el último que lo acepta, a pesar que sus seres queridos, médicos y amigos, se lo comenten. Somos los últimos en darnos cuenta.

        El mundo moderno está repleto de súper-hombres y súper-mujeres, que pueden con todo y todos. Personas que someten mente y cuerpo a sus límites, e incluso los superan; y no sólo en alguna ocasión, sino siempre. 
         Cuerpo y mente, lanzan mensajes que no solemos escuchar o preferimos no oír. Hasta que nos derrumbamos. Oímos lo que nos dicen, a veces incluso; escuchamos. Pero hasta que no tocamos fondo, o creemos haberlo tocado; no establecemos relación entre los síntomas y sensaciones negativas; que llenan nuestra vida; y en ese momento es cuando descubrimos que necesitamos ayuda, que no podemos vivir así.
          
  No busques milagros. Si alguien los oferta, duda de sus intenciones. Acabar con el estrés, la ansiedad, “los nervios” sólo será posible, si tú quieres que sea así. Eres el máximo responsable. Benefíciate de cualquier ayuda contrastada; gurús, auto-ayuda, terapeutas, filósofos… Si has puesto nombre al problema, y decides sobrevivir a él lo conseguirás. Si no es así, podrás gastar dinero, tiempo y medios, obtendrás alguna mejoría. Pero con certeza, volverás al mismo estado. O peor; tras sufrir la frustración del fracaso.
           


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