Es
una pregunta con trampa. La dificultad en el control de la micción
es una consecuencia física, pero también origina problemas
psicológicos y sociales, que pueden llegar a ser mucho más
importantes que algunas gotitas de orina escapándose sin control. Se
pueden llegar a desarrollar trastornos emocionales, como depresión
y/o estrés.
Puede provocar:
- Pérdida de autoestima “ya ni siquiera soy capaz de aguantar la orina”
- Limitación física “prefiero quedarme en casa a que se me escape por ahí”
- Disfunciones sexuales.
- Limitaciones laborales.
En
resumen, disminuye la calidad de vida de las personas que sufren el
problema. Que además, deben hacer frente a prejuicios,
desinformación y hasta vergüenza. Incluso, provocar graves
problemas de pareja, si afecta a la esfera sexual. Sin olvidar el
gasto que supone (compra de compresas específicas, disponer de
muchas más prendas que se lavan a menudo, etc.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario